Drake Stewart - {Channing Tatum} *

**Atenea** Miér Ene 20, 2010 11:53 pm

Drake Stewart
Drake Lewis Stewart, 19 años
BSOxxx

Biografía:Oriundo de Francia, más concretamente de Gironda, donde creció y vivió con sus padres hasta la fecha. Estos se conocían desde pequeñitos, ya que vivían en el mismo barrio, por lo que fueron al mismo colegio, instituto, a la misma clase, salían por los mismo sitios, incluso sus padres eran conocidos de la adolescencia. Su padre se fijó en ella en el último curso del colegio justo antes de pasar al instituto cuando sus respectivos grupos de amigos empezaron a juntarse, desde entonces el se quedó totalmente prendado de Lissie pero para ella solo era un simple conocido más. Con el tiempo se convirtieron en los mejores amigos pero parecía que a pesar de los intentos de Frank nunca llegarían a ser nada más y aunque le dolía saber eso se sentía feliz por ser su mejor amigo. Con el tiempo él fue el apoyo que siempre ella necesitó cuando se peleaba con sus padres, con su novio, con otras amigas…daba igual lo que a él le pudiese doler le ganaba las ganas de que ella fuera feliz y esto mismo fue lo que hizo que Lissie terminara locamente enamorando de él ante todo pronostico; desde entonces son una feliz y estable pareja que se quieren muchísimo y que su gran preocupación aparte de estar juntos era criar a sus dos hijos y encargarse de que no les faltase de nada.
A primera vista Drake parecía tener una familia ejemplar de las que uno no se podía quejar, pero mucho más lejos de la verdad, lo cierto era que sus padres eran muy, muy conservadores y ultra católicos practicantes, cosa que aunque de chico lo aceptaba porque no le quedaba más remedio conforme iba creciendo se daba cuenta de lo que detestaba todo aquello, cada vez se rebelaba más contra todo aquello y cada vez más descaradamente. Hasta que sus padres temiendo que su hijito se convirtiera en uno de esos macarras sin control de hoy en día le aplicaron un serio correctivo, que no fue ni más ni menos que meterlo en un colegio de curas. Ilusos de ellos creyeron que así no solo lo tendrían bien controlado sino que lo enderezarían pero lo único que le enseñaron, a pesar de su escasa edad era ya entonces muy inteligente, fue que para que sus padres le dejaran libertad necesitaba ser a sus ojos como ellos querían aunque en realidad no fuese más que una máscara, por lo que durante los dos últimos años de colegio se comporto como un niño ejemplar allí donde los haya, aunque su buen trabajo le costó todas las noches se recordaba porque lo hacía y eso le daba fuerzas para mantener aquella inquebrantable mascara.
Al finalizar la escuela los curas le dieron tan buenas referencias sobre su hijo que sus padres decidieron darle un voto de confianza y lo metieron en un instituto privado pero eso sí mixto, al fin y al cabo albergaban que su hijo se casara pronto con una buena chica y si lo mantenían a distancia de las chicas quizás no pasara o no tan pronto como les gustaría a ellos. Esa noticia fue la mejor que sus padres le habían dado al momento no se puso a dar brincos y chillidos delante de ellos de milagro, pero no, no lo hizo debía mantener las apariencias y parecer que le daba igual que instituto fuera porque a lo que iba era a estudiar. Sin embargo aunque cuidaba mucho las apariencias de cara hacia sus padres y todo aquél que pudiera informarlos a ellos se había convertido irremediablemente al odiar todo lo que todos sus padres querían implantar en él a la fuerza en un rebelde sin causa así que mientras se suponía que estaba con sus amigos pijos y creyentes en realidad estaba con su pandilla de macarras, como los hubieran catalogado sus padres, de la cual era el líder fumando, bebiendo, echando carreras, metiéndose algún que otra sustancia no del todo legal, metiéndose en más de una pelea y por supuesto ligando y tirándose a toda la que le gustaba, ninguna se le resistía por lo que ninguna nunca despertó ningún sentimiento más que excitación en él y no pensaba que hubiera quien pudiese despertar otra cosa en él, hoy en día sigue pensando esto.
Durante casi todos los años de instituto consiguió compaginar a la perfección esta doble vida, únicamente cometió un error, sus padres le pillaron metiendo mano a una chica en su habitación la cual había venido a estudiar cuando creían que se habían quedado solos porque ellos se habían marchado a una de sus reuniones de la iglesia con tan mala fortuna de que ésta hubo de ser cancelada por enfermedad del cura; aún así la chica y él salieron del problema aparentando ser novios por lo que eso alegró a sus padres y solo se llevo una pequeña regañina recordándole ser fuerte hasta el matrimonio, cosa que le hizo gracia a Drake cuando se había desvirgado con tan solo trece y no había parado de adquirir experiencia en ese terreno desde entonces. La vida siguió tan tranquila y apacible sin más incidentes, asistiendo al instituto, manteniendo la mascara impecable para sus padres, saliendo con su pandilla y haciendo todas esas cosas que no se podrían considerar precisamente buenas mientras sus padres pensaba que andaba con sus amigos de la iglesia y el secreto para que nunca lo descubrieran es que sus amigos a pesar de ser escasos eran muy fieles a él y sabiendo su situación siempre lo protegían para que no lo descubriesen a pesar de ser algo engorroso y a los chicos de la iglesia que los tenía más que comprados o intimidados. Durante años todo fue como la seda, todo estaba en su sitio y todo iba bien, cada uno viviéndola a su manera, pero bien. Lo malo es que como buen humano, Drake, tropezó de nuevo con la misma piedra después de tantos años desde el incidente: para la celebración de su decimoctavo cumpleaños les pide la casa de campo a sus padres para celebrar una tranquila reunión de amigos y dormir allí durante todo un fin de semana con los chicos de la iglesia o al menos esa fue la película que le vendió a sus padres ya que en realidad invitó a sus verdaderos amigos y a algunos compañeros del instituto, finalmente se presentaron algunos más de los esperados pero eso a Drake no le importó ni le preocupo había sitio para todos, eso si dejo bien atado los cabos, es decir, dejo bien advertido y de un modo muy convincente a los chicos del grupo de la iglesia que si habrían la boca habría repercusiones, además de sobornarlos para que le cubriesen las espaldas en caso de necesidad. Se fueron un viernes por la mañana temprano y tenían pensamiento volver el lunes a primera hora de la mañana, nada más llegar aquello fue una fiesta constante empezaron suave con los típicos juegos de mesa, las consolas, el fútbol…hasta que calló la noche y entonces las cosas se empezaron a poner interesantes empezaron jugando al ya famoso juego entre ellos de “yo nunca he” y como siempre se acaba hablando de todo tipo tema sexual, ya los ánimos estaban un poco subiditos entre tanta charla sexual, alcohol, pastillas y porros…cada uno con lo suyo se había puesto bastante feliz y con ganas de pasar a otro tipo de diversión…cosa que Drake consiguió sin problemas ya que hubo un par de chicas, una de quince años y la otra de diecisiete, que le dijeron que estaban dispuestas a darle lo que pidiera por su cumpleaños y él no pidió otra cosa que un trío. Al día al despertar Drake le costó ubicarse un poco pero enseguida en cuanto vio a las dos chicas abrazadas y recostadas encima de su pecho durmiendo lo recordó todo y no pudo más que esbozar una sonrisa y mientras que en su entrepierna despertaba también otra cosa con solo recordar la noche pasada. Así se tiró un rato hasta que no pudo soportarlo más y empezó a meterle manos a ambas chicas por los pechos ellas se despertaron con ganas de jugar también y terminaron una sentada encima de la cara de Drake y la otra encima de su cintura cabalgándolo; en esta posición andaban cuando la puerta del cuarto se abrió y en un segundo que tuvo Drake para levantar la mirada lo que vio fue un espectáculo que le heló la sangre allí estaba su padre con la cara cada vez más colorada del cabreo y su madre con la boca abierta y poniéndose roja también pero sabía que ella era por la vergüenza que eso le suponía, con lo que no había contado Drake es que sus padres al pensar que era una tranquila fiesta de amigos no molestarían si se acercaban un pequeño rato para darle el regalo; él nunca pensó en que sus padres se presentarán y eso es lo que hizo fallar su plan perfecto que había llevado de niño bueno desde su último tropiezo.
Sobra decir que la fiesta se terminó inmediatamente y que el padre echó a todos y cada uno de los chicos y chicas que allí se encontraban y no de muy buenas maneras, en cuanto estuvieron solo los tres en la casa empezaron los gritos que si como es posible que nos hagas esto después de todo lo que te hemos cuidado y confiado en ti, que si no te da vergüenza, que si eres un degenerado y un vicioso que no solo no podía aguantar hasta el matrimonio sino que violaba (literalmente dicho por sus padres con ese termino) a dos chicas una mucho más pequeño que ella… y bueno todos los reproches que se os puedan ocurrir y sean obvios al venir de dos padres ultra conservadores y católicos. Desde ese momento Drake dejó de figurar en el testamento de sus padres y se podría decir que no le quitaron el apellido porque la ley no se lo permitía pero para ellos es como si un hijo hubiera muerto después de aquella traición y vergüenza no era merecedor de ser llamado hijo, cosa que se ocuparon de dejarle muy claro y recordárselo hasta la saciedad. Sus padres sentían tanto desprecio, asco y vergüenza por su hijo que pensaron incluso en denunciarlo, incluso llegaron a consultar a un abogado amigo de la familia muy conservador también que sabían que les apoyaría en esa situación. Pero este les informa de que tienen todas las de perder el juicio ya que el chico cumplía la mayoría de edad el martes y eso había pasado un sábado, por lo que como mucho iría a un correccional cosa que si así lo deseaban él se encargaría de que tal escoria acabase bien encerrado en uno de ellos. Pero sus padres no consideraron suficiente castigo ni se fiaban de la habilidad de Drake para escapar de los sitios que no degustaban y salirse siempre con la suya; y de repente de la noche a la mañana la solución se les pasó por delante de la cara en una visita de la abuela materna, al principio intentaron ocultarle la situación ya que se sentían morir de vergüenza pero un detalle así a Lilith Anabelle Jones una jueza de renombre quién exigió conocer la situación. Nada más saberla decidió llevarse a su nieto consigo cuando volviese a Nueva Orleáns. Lilita se propuso conseguir lo que su hija y su marido no habían conseguido, enderezar a aquella oveja descarriada. Drake conociendo la fama de sargento de su abuela además de compartir todo con sus padres todo lo que él odiaba en un principio se negó pero amenazándolo con el correccional del que una vez cumplida la mayoría de edad le meterían en un juicio para encarcelarlo fue demasiado persuasivo como para muy a su pesar aceptar, eso sí si ya detestaba a su abuela desde ese momento lo hará más que nunca y posiblemente la odiará más que a nadie por confinarlo a aquél sitio que era casi peor que una cárcel. Y así es como se encuentra en Nueva Orleáns una cuidad que detesta por aquella estúpida regla que le priva de uno de sus mayores placeres en la vida. Pero aún así sigue haciendo de las suyas, no le resulta nada fácil ya que tiene que tener mil ojos para vigilarlo todo para evitar a su abuela y todos sus secuaces que sabía que no le quitaban la vista de encima además de informar a su abuela de todo movimiento raro, quitando eso sigue haciendo su acostumbrada vida normal con todos sus vicios rutinarios, buscando nuevas compañías femeninas en aquella cuidad nueva con gente y sobretodo con chicas nuevas completamente para él.

Personalidad: Pendiente.
Ocupación: Estudiante de xxx
Relaciones: Es nuevo en la ciudad a la única que conoce es a su abuela Lilith Anabelle Jones Lewis.
Intérprete: Channing Tatum.
Nick: Artemisa.